Se estaba decidiendo el Alba Berlín – Partizan que había transcurrido sobre el alambre todo el rato. Y se llegaba con igualdad, no máxima porque era empate, pero casi.
Con 88-91 David McCormack tenía dos tiros libres a falta de 1.6 para el final. Anotó el primero, 89-91, pero con el segundo no le llegaba, así que decidió lanzar a fallar para tratar de capturar el rebote. Con tan mala suerte que el balón, tras rebotar en el aro por la parte frontal, acabó entrando en la cesta del Partizan y colocando el definitivo 90-91. El jugador del Alba demostraba luego su frustración por lograr un tiro libre que él no quería…