Jessica Bueno se sentaba por primera vez en el programa de ‘¡De viernes!’ para hablar de su separación y su convivencia cuando eran pareja con Jota Peleteiro. La modelo ha querido aclarar ante las cámaras cómo fue su relación con el futbolista y cómo vivió todas las infidelidades que sufrió por parte de su exmarido.
Jota y Jessica se conocieron en el año 2013 y dos años más tarde se dieron el ‘sí quiero’. La modelo confesaba en ‘¡De viernes!’ que estaba muy enamorada de él, que le apoyó muchísimo con su primer hijo. “Lo que parecía una relación idílica, no lo era en la intimidad. Dejé mi carrera profesional para volcarme por completo en su vida“, explicaba Bueno en Telecinco.
Jessica Bueno, en ‘¡De viernes!’
Jessica ha aprovechado para sincerarse sobre las infidelidades: “Llegó a su empresa una nueva directora. Vi una foto de ella, le decía que tuviese cuidado. En verano veo unos mensajes entre él y su directora con demasiadas confianzas, cogí su teléfono porque no sabía nada de la vida de la persona con la que estaba casada. Me metí en la conversación y vi unos mensajes que no eran de un trabajador y su jefe”.
“Me entró un ataque de nervios, le pedí explicaciones y me dijo que cómo podía desconfiar de él, que jamás me haría eso”, proseguía la modelo en Telecinco. “Pues resulta que pasó todo el verano con ella cuando me dijo que no podía dejar Madrid. Me mandaron capturas de pantalla de cómo se conocieron, en una discoteca de Madrid en la que se dejó más de 50.000 euros. Se la llevó a un hotel y luego se la llevó a Sevilla a comprarse un reloj. Es más, se ponían mi ropa“, confesaba la modelo en ‘¡De viernes!’.
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Jessica Bueno, en ‘¡De viernes!’
Toda esta situación le provocó que se tomase unas pastillas con las que acabó en el hospital: “No es que intentase suicidarme, fue una vía de escape, yo necesitaba escapar. Fue todo tan seguido, los mensajes anónimos, las chicas, las fotos y el dejarme como lo hizo después, que no llegó a casa, desapareció. Era revivir todo otra vez, quería desconectar mi mente, era demasiado ya. Empecé a sentir tanta pena de mí y tanta tristeza que cogí las pastillas y lo que quería era dormirme, descansar, no despertarme en días, pero no pensé en suicidarme, yo quería escapar“.
