<strong>En un angustioso desenlace, con uno de los Hispanos, Aleix García,</strong> con la rodilla izquierda maltrecha, tirado en el suelo sin poder celebrar un triunfo de genio, el balonmano español prolongó su idilio con los podios olímpicos, iniciados con la generación de los padres de los chicos que ahora defienden a España. Iguala al fútbol como el deporte masculino con más medallas de la historia olímpica y sumó el metal 18 para la delegación española en París 2024, con el que suepra Tokio.
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