La legendaria prueba de 50 kilómetros de Holmenkollen, de la Copa del Mundo de esquí nórdico, se vio empañada por peleas de aficionados en las gradas, en las que tuvo que intervenir la policía. El alcohol y las drogas consumidos por parte de los asistentes a la prueba derivó en problemas y eso obligó a la policía a tomar medidas. “Hubo peleas y también ataques contra la policía”, aseguró la policía de Oslo.
En total 130 personas, con edades comprendidas entre 16 y 20 años, necesitaron asistencia de la Cruz Roja en la zona, ya sea por intoxicación o por lesiones, dado que algunos aficionados saltaron las barreras hacia la pista de esquí y cayeron por encima de una valla. Además, 50 espectadores fueron expulsados por miembros de la seguridad.
Una esquiadora sueca, Moa Lundgren, aseguró al periódico ‘Expressen’ que había sentido una atmósfera cargada de alcohol mientras competía. “En la pista realmente olía a alcohol y a algo dulce”, dijo.
Esto no tiene cabida en un recinto deportivo
Por su parte, la ganadora, la sueca Frida Karlsson, no advirtió lo que sucedía en la grada, pero sí admitió que fue abucheada cuando se acercaba a la meta. “Fue ciertamente ingrato. Al final no me sentía muy bien”, dijo. La subcampeona de la prueba, Andersson, también opinó sobre el comportamiento de los aficionados: “Esto no tiene cabida en un estadio deportivo”.
