Mohamed Dabone, el joven coloso de 2,08 metros del Barcelona, dispone de un físico imponente que no desentonaría ni en la Liga Endesa. Su superioridad en las categorías inferiores es escandalosa y le permite poner tapones muy por encima del aro quedándose incluso con el balón en la mano, realizar mates descomunales, hacer dobles y triples esfuerzos en la lucha por los rebotes como si no le costaran, correr el contraataque como un velocista y hasta se atreve con los triples. Sobre él sólo existe una duda y no tiene nada que ver con su baloncesto. Es su edad.
El pívot nació en Burkina Faso, pero el pasaporte con el que llegó a España es de Togo, un país vecino. La fecha de nacimiento que figura en él es el 21 de octubre de 2011, con lo que estaría a unos pocos días de cumplir los 13 años. En los datos que aparecen en la web de la Federación Española de Baloncesto, atendiendo a la documentación recibida para su inscripción, se indica esa misma fecha.
Sin embargo, el joven tiene una ficha con la selección de 3×3 de la Federación togolesa en la que pone que tiene 16 años. El nombre, a excepción de una ‘n’ en su segundo nombre (Samsoundine por Samsoudine), es el mismo y hasta hace poco se podía ver también su fotografía, aunque ahora haya desaparecido la imagen.
Arriba, la ficha de Mohamed Dabone en la Federación de Togo. Abajo, su ficha en la FEB.
Esas dos fichas, que pueden verse en la web, alimentan las incógnitas sobre la verdadera edad de Dabone. Hay regiones donde el censo y las partidas de nacimiento no están informatizadas y eso puede dar lugar a errores. Las condiciones y el baloncesto del joven coloso están fuera de toda duda. Son extraordinarias tenga 13 ó 16 años, aunque se trata de una llamativa diferencia y más en las categorías en las que compite y arrasa.
Durante este fin de semana, el canterano azulgrana volvió a demostrar su poderío. En el Torneo Internacional U16 Villa de La Orotava llevó al Barça al título con 31 puntos, 19 rebotes y cuatro tapones en la final ante el Real Madrid (66-65). Sumó 45 créditos de valoración de los 79 de su equipo. Por supuesto, fue MVP. Acumula ya unos cuantos, pues arrolla donde quiera que juegue.
Mate de Mohamed Dabone en el Torneo U16 de La Orotava.
El jugador se presentó en sociedad en diciembre del año pasado durante el Torneo Fundación Leucemia y Linfoma. Fue el elegido como mejor jugador tras hacer 25 puntos, 14 rebotes, seis tapones y 40 de valoración en la final. Meses después, en la Minicopa, repitió galardón tras dar el triunfo al Barça con 22 puntos (11/12 en tiros), 26 rebotes, seis tapones, cinco recuperaciones, dos asistencias y 48 de valoración en el partido por el título.
También participó en el Adidas Next Generation Tournament, el torneo júnior que se celebra de manera paralela a la Final Four. En mayo, en Berlín, sus medias fueron de 11,3 puntos, 5,3 rebotes, 1,3 tapones y 14,3 de valoración pese a tener cinco años menos que muchos de los participantes, que quedaron asombrados por su edad.
Posible nacionalización
El potencial que atesora el joven no ha pasado desapercibido para la FEB, que ha estudiado su caso para una posible incorporación. Al haber jugado y residido en España en edades tempranas, se le podría nacionalizar antes de que cumpla los 16 años como un ‘special case’, con lo que no ocuparía plaza de nacionalizado en la selección. Lo malo es que no podría estrenarse como internacional hasta los 23 años.
Eli John Ndiaye lanza a canasta durante el partido ante el Casademont Zaragoza.
Su caso sería semejante al del madridista Eli John Ndiaye, que fue nacionalizado en junio de 2020 tres días antes de cumplir los 16 años. Sergio Scariolo le sigue de cerca y ya le ha llevado a alguna convocatoria de la selección, aunque no podrá jugar con España hasta los 21. Los cumplirá en junio del año que viene, con lo que podría participar en el Eurobasket del próximo verano.
Dabone, sin embargo, tendría que esperar hasta los 23, pues la normativa de FIBA se ha modificado. El prodigio que asombra al baloncesto mundial y cuya edad está en entredicho podría jugar con España, sí, pero en caso de que la FEB apostara por su nacionalización le faltarían 10 años para hacerlo. Una eternidad en el deporte y más tratándose de jóvenes cuyas carreras pueden dar muchos giros.
