El Chelsea necesita dar un paso adelante para volver a competir por hitos grandes como lo venía haciendo en los últimos 20 años. Más allá de los refuerzos que puedan llegar de jugadores como Jorgensen bajo palos, la solución a sus problemas podría estar en casa. Se llama Christopher Nkunku (26), surgió en el PSG y es francés.
Los ‘blues’ bajo la tutela de Pochettino si se miran sus números en ataque no fueron malos, pero hubo una dependencia excesiva de Cole Palmer, que marcó 22 goles y dio 11 de los 77 en total que consiguieron en Premier League. Tampoco fueron flojas las cifras de Nico Jackson, con 14 dianas y 5 asistencias, pero el Chelsea en los días de la verdad falló. Y falló porque perdonó en ataque, porque más allá de Palmer le falta un líder, un futbolista que asuma galones. El típico que en los momentos de dificultad dice: ”pelotas a mí, que yo lo resuelvo”.
Le faltó no porque no lo tuviera, sino porque no lo podía disfrutar. Nkunku llegó procedente del RB Leipzig la temporada pasada y estaba destinado a ser la estrella. Lo mismo que han hecho esta temporada en el equipo de las bebidas energéticas jugadores como Xavi Simons, Openda o Dani Olmo, lo hizo él el curso anterior aunque ahora parezca que nadie se acuerda. Marcó 22 goles y dio 6 asistencias en 35 partidos antes de aterrizar en Stamford Bridge.
Se lo llevó el Chelsea a cambio de 60 millones pero lo quería media Europa. Ahora está de vuelta y por el bien del fútbol ojalá deje atrás las lesiones porque enamoró en Alemania y si tiene continuidad hará lo propio en Inglaterra.
Es un talentazo, uno de esos jugadores a los que le das la pelota y los defensas saben que se la va a liar y se la lía. Tiene un tren inferior potente, es rápido, fuerte, hábil y goleador. Es el delantero que necesita el Chelsea. Ya sea partiendo de izquierda o en posiciones más centradas. Enzo Maresca no necesita mirar fuera para encontrar un referente en ataque, basta con que mime al que ya tiene.
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Una conexión con Guiu que ilusiona
El galo fue titular en el primer amistoso de la pretemporada del Chelsea, consiguiendo anotar un gol y conectar mucho y bien con el ex del Barça, Marc Guiu. Ambos mostraron una conexión ilusionante en el primer partido juntos por la movilidad de los dos en el frente ofensivo, por el intercambio de posiciones al que se sometían y porque hablan el mismo idioma: el de la asociación. Se nota que a uno le gusta el juego de ataque y que el otro llega del Barça, club en el que el juego combinativo es indispensable. Habrá que ver si Marc Guiu se queda en el equipo o sale cedido, pero de momento la afición ya se está ilusionando con su conexión.
