El INEOS Britannia será el rival del Emirates Team New Zealand por la Jarra de las Cien Guineas, el trofeo que recibe el ganador de la Copa América, a partir del 12 de octubre. El equipo de Sir Ben Ainslie, el regatista olímpico más laureado de la historia, ha sumado este viernes su séptima victoria frente al Luna Rossa italiano en la Copa Louis Vuitton (7-4) y, por lo tanto, se ha proclamado campeón del Trofeo de Desafiantes. Los británicos, a los que les valía con ganar una de las dos regatas previstas este viernes, no fallaron en su primer ‘match ball’ y vuelven a una final 60 años después. La ‘bala plateada’ italiana, por su parte, no podrá reeditar la final de 2021 frente a los neozelandeses.
Gran Bretaña fue el país creador de esta competición en 1851 pero nunca la ha ganado. En Barcelona, el desafío británico tendrá la oportunidad de cambiar la historia frente a los neozelandeses, defensores del título que ganaron en las dos últimas ediciones. Hoy se han ganado un billete para luchar, al mejor de 13 regatas, frente a los ‘kiwis’ a partir del 12 de octubre.
El INEOS, que ha ido de menos a lo largo de toda la 37ª Copa América, es el Challenger of Record,es decir, fue el primero en desafiar a los neozelandeses en 2021 después de que éstos se proclamasen campeones. Desde el inicio, Ainslie tuvo claro que quería un equipo competitivo que pudiese luchar por ganar la siguiente edición, por eso el INEOS Britannia se asoció con Mercedes- AMG F1 Applied Science, una división del equipo Mercedes-AMG Petronas F1 para fusionar lo mejor de los mundos de la ingeniería naval y automovilística de alto rendimiento.
Los británicos, entrenados por el bimedallista olímpico Xabi Fernández, cruzaron la línea de meta con una ventaja de 17 segundos frente a los italianos. Salieron ambos sindicatos en paralelo amurados a babor y aunque el INEOS fue líder desde el inicio, el primer tramo de los ocho fue bastante igualado.
Con 16 nudos de viento sur, el equipo de Ainslie y Fletcher montó la primera boya con 10 segundos de ventaja respecto al Luna Rossa, una ventaja que fue ampliando poco a poco y, salvo en el quinto tramo que recortaron algo los transalpinos, no vieron peligrar la victoria. Brazos en alto para celebrarlo en cuanto cruzaron la meta. Podían seguir soñando con ganar su primera Copa América.