Después del 1-1 de la ida, el Nápoles sueña con poder eliminar al Barça en los octavos de final de la Champions League y tendrá un gran apoyo en las gradas de Montjuïc. Los italianos se ejercitarán este lunes a primera hora en sus instalaciones de entrenamiento y después viajarán a Barcelona, con la previsión de realizar la rueda de prensa del técnico Francesco Calzona y un jugador a las 19.00 horas en el Estadi Olímpic Lluís Companys.
En tierras catalanas, el Nápoles contará con el aliento de 2.600 aficionados que agotaron las entradas que cedió el Barça e incluso se prevé que podrían viajar algunos seguidores sin entrada para animar a los suyos en busca del billete para los cuartos de final. La marea napolitana llegará a Barcelona entre este lunes y el martes y la UEFA, como es habitual en estos casos, declaró el partido de alto riesgo y habrá un dispositivo especial de seguridad.
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En el plano deportivo, el entrenador Francesco Calzona está muy pendiente de la evolución de los ‘tocados’ Amir Rrahmani, Jens Cajuste y Cyril Ngonge. Los tres ayer realizaron una primera parte de trabajo con el equipo y posteriormente hicieron entrenamientos personalizados sobre el césped, pero falta por ver si estarán disponibles para el duelo contra el Barça. Quien seguro que no estará es el polaco Piotr Zielinski, que no está inscrito en la Champions por no querer renovar su contrato y será otra baja de peso para los italianos.
