El Chelsea puede estar en peligro de no cumplir con el ‘fair play’ financiero de la UEFA después de que esta haya desestimado que se pueda anotar como ingresos vender activos a compañías del mismo dueño que el club.
El Chelsea registró en sus cuentas como ingresos la venta de dos hoteles, valorados en 76 millones de libras (83 millones de euros) a una compañía en propiedad de Todd Boehly, dueño del propio club.
Con este ingreso, el Chelsea se aprovechó de una zona gris de la normativa de la Premier League para evitar una sanción por registrar pérdidas superiores a los 105 millones de libras a tres años que permite la competición inglesa.
Sin embargo, la UEFA, tal y como explica el diario “The Times”, no va a permitir que los clubes registren como ingresos las ventas de activos a compañías hermanas, pero añadió que cada caso se analizará de forma individual por una comisión independiente.
En caso de que el club ‘Blue’ sea sancionado, no se verá afectada su participación en la actual Conference League, donde se están jugando el pase a la fase de grupos contra el Servette suizo.
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La normativa de ‘fair play’ financiero de la UEFA es más estricta que la de la Premier League y solo permite unas pérdidas de 40 millones de euros en los dos últimos años.
Según las últimas cuentas publicadas por el Chelsea, en abril de este año, el club perdió 89 millones de libras en la temporada 2022-2023, en la que aún recibieron 81 millones por su participación en la Champions League. La campaña pasada no jugaron en Europa y este verano su gasto en fichajes no ha frenado con unas inversiones en jugadores de unos 200 millones de euros.