Aunque el Atlético se presentaba como un gran destino para salir del Barcelona sin abandonar el primer nivel, el aterrizaje de Clement Lenglet no resultaría sencillo. Por un lado, porque Hancko había sido durante todo el verano el gran deseo rojiblanco para ejercer de central zurdo , siendo sólo la negativa del Feyenoord (hasta tres veces) la que impediría que se hiciera realidad. Por el otro, porque sus dos años a préstamo en Tottenham y Aston Villa habían dejado ciertas dudas.
Por si no fuera bastante, su fichaje con dos jornadas de LaLiga consumidas provocaría que Lenglet tuviera que pasar su particular mili con Simeone por más que hubiera realizado la pretemporada con el Barcelona. Sin embargo, tras ocho partidos (los seis últimos del campeonato doméstico y los dos de Champions) de espera, ha llegado su momento.
Concretamente, el de demostrar que puede volver a parecerse al expeditivo defensa que deslumbró en Sevilla y que llegó a ser internacional con Francia. Sería su aval para comenzar a ser uno más en las rotaciones del Cholo, pues se trataba del único junto a Lemar que aún no había debutado. Por lo pronto, ningún rival, ante el que más veces ha jugado sin derrota: ocho triunfos, dos empates… y hasta un gol.
