Probablemente ni Bucks ni Nets esperaban verse así en la clasificación a estas alturas cuando comenzó la temporada. Milwaukee porque de ellos se esperaba que luchasen por el título del Este desde el principio y han llegado a tocar fondo. De Brooklyn porque en plena reconstrucción, la palabra ‘tanking’ (perder para salir luego con una buena elección de Draft) parecía su destino si las cosas no iban bien. Y van, porque el equipo juega bien y gana partidos.
Pero no ante los Bucks, 113-118, en un partido que llegaron a dominar, ganaban por 12 en el tercer cuarto, y que incluso amenazaron con romper al final, con un 103-98 a 4:21. Pero Milwaukee no es el mismo equipo que perdió seis consecutivos en los primeros siete partidos y que llegó a estar en el fondo con 2-8, hablando incluso de posibles traspasos de sus estrellas.
Los Bucks han reaccionado hasta el punto de lucir a estas alturas un balance positivo, 12-11 y rehacerse de las dos derrotas consecutivas sufridas ante Boston y Atlanta. Antes de perder esos dos partidos, ganaron siete seguidos y encima han recuperado para su rotación a Kris Middleton.
El de los Bucks jugó su segundo partido de la temporada. No fue titular, pero estuvo en pista 20 minutos y, sobre todo el tramo final, cuando el partido se estaba decidiendo. Y fue importante con un rebote defensivo y dos tiros libres anotados a 28 segundos para el final. Acabó con 11 puntos, seis asistencias y 3 de 8 en tiros de campo.
Mucho más productivo, claro, estuvo Giannis Antetokounmpo con un nuevo partido superando los 30, 34, además de 11 rebotes. De los 21 partidos que ha jugado el griego esta temporada, ha llegado a los 30 puntos en 14 de ellos y ha llegado o superado los 10 rebotes en 15. Su producción es inmensa.
Pero los focos al final del partido se los llevó Bobby Portis. Acabó con 23 puntos, su mejor anotación en lo que va de temporada, pero hizo varias defensas y logró un par de buenas canastas al final que pusieron en ventaja a los Bucks. También estuvo bien Gary Trent con sus 20 puntos, otro que alcanzó su mejor anotación esta temporada. Son las cosas en las que se ve claramente la mejoría de los Bucks.
Hay que insistir en que los Nets, a pesar de la derrota, juegan bien al baloncesto, son rápidos y verticales, seña de identidad de su entrenador, y son difíciles de ganar. A los Bucks les cotó un mundo gracias a los 34 de un inmenso Schroder, al que taponaron dos veces en el último minuto, a los 26 de Cameron Johnson y a los 21 de Nic Claxton. Ben Simmons jugó 18 minutos y se fue del partido sin realizar un sólo tiro al aro de los Bucks. Son las cosas que tiene que arreglar Jordi Fernández en unos Nets que, a pesar de todo, carburan.